Recibir una herencia suele ser motivo de alegría y satisfacción, pero hay ciertos casos en los que recibirla no es conveniente y se prefiere prescindir de ella. Cuando se renuncia a una herencia es conveniente dejarse asesorar por expertos en herencias y sucesiones, ya que hay que tener la información correcta para que el proceso se desarrolle de la manera idónea.
En muchos casos la razón de peso por la que se renuncia a la herencia es que directamente no favorece al heredero, ya que se contraen deudas que hacen que la cantidad que haya que pagar sea mayor que la recibida. Éste suele ser el motivo más común para no querer recibir los bienes del allegado.
Centrándonos en el tema de quién recibe la herencia en el caso de que ésta sea rechazada, la cuestión no es fácil de responder. Si el fallecido había otorgado el testamento, se podrá traspasar la herencia a una tercera persona, siempre que figure también en el testamento como sustituto. En caso de que no se haya otorgado testamento, heredarán los parientes del grado siguiente por derecho propio.
Trámites para renunciar o aceptar a una herencia
Aceptar o renunciar a una herencia no es tarea fácil y requiere rellenar unos cuantos documentos y saber bien lo que se está haciendo. Estos son los trámites esenciales que hay que seguir:
- Firmar el documento de aceptación o rechazo de la herencia.
- Abonar el impuesto de sucesiones: El impuesto de sucesiones es un porcentaje sobre el total de la herencia, que dependerá del valor de los bienes que tuviera el fallecido. Este impuesto varía según la Comunidad Autónoma.
- Si se está recibiendo un inmueble, será necesario abonar la cantidad del Impuesto sobre el incremento de valor de terrenos de naturaleza urbana.
- Firma de la escritura de aceptación de la herencia, en la que tendrán que participar abogados.
